Hubo un tiempo en que Catalunya estuvo llena de "Toros de Osborne".
El Toro, considerado símbolo de España,es algo que no podía ser tolerado en tierras catalanas por los radicales.
Los toros catalanes se fueron haciendo desaparecer poco a poco hasta que sólo quedó uno, "El Toro del Bruc".
Dicho toro fue objeto de multitud de atentados en un intento de hacerlo desaparecer.
Los legítimos dueños del lugar (una finca privada)donde está ubicado lo protegieron y fueron arreglando sus desperfectos (junto a Osborne).
Finalmente este es el estado del Toro.
Ahora ya no molesta a nadie, así, hecho una ruina. Mejor que sean desperdicios que no que sea un la figura de un Toro. Se prefiere la basura, desperdicios, a un Toro. Esto no ensucia a Catalunya.
Toda una metáfora de la intolerancia de los que no permiten que nadie piense diferente en Catalunya.
Yo propongo que se conserve así, para recordarnos por siempre, de que es capaz la intolerancia.
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